domingo, 8 de marzo de 2015

Feliz Día de la Mujer Trabajadora


Hoy no es sólo el Día de la Mujer... Es el Día de la Mujer Trabajadora y conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Se celebra, como hoy, cada 8 de marzo y es incluso fiesta nacional en algunos países, pero ¿conocéis desde cuándo empezó realmente a celebrarse?

Según la historiografía estadounidense la conmemoración del 8 de marzo se vincula de forma incorrecta a una manifestación de trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York que reivindicaban mejoras laborales. Supuestamente y aunque existen algunos antecedentes, el 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago, se organizó un acto denominado "Día de la Mujer", presidido por destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt, pero será el el 28 de febrero de 1909 cuando se celebre por primera vez en Nueva York, Estados Unidos el Día Nacional de la Mujer Trabajadora organizado por las Mujeres Socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos en honor a la huelga de las trabajadores textiles de 1908 en la que protestaron por las penosas condiciones de trabajo (Chicago y Nueva York). 

Unas 15.000 mujeres marcharon por la ciudad de Nueva York exigiendo una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derechos de voto. En noviembre de 1909 comenzó la huelga de las camiseras (New York shirtwaist strike of 1909), también conocido como el Levantamiento de las 20.000. La huelga dirigida por Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres Estados Unidos (National Women's Trade Union League of America - NWTUL).

 

Por otro lado, y según el Diccionario Ideológico Feminista de Victoria Sau, la celebración parte de un acontecimiento trágico: “Se considera una jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro (…)”.

Las referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo que se basan en el incendio de la fábrica en Nueva York o en la manifestación de las trabajadoras son falsas debido a la manipulación de querer silenciar el verdadero origen de esta festividad. En relación al incendio, basta con mirar el calendario para hacer tambalear esta teoría. El 8 de marzo de 1908 era domingo, un día un tanto extraño para declararse en huelga sin perjudicar al empresario.

Sí que hubo un incendio en la fábrica de la Triangle Shirtwaist Company donde murieron muchas mujeres, la mayoría chicas inmigrantes de entre los 17 y 24 años, pero no fue el 8 de marzo de 1908, sino el 25 de marzo de 1911, dos días antes a la primera celebración del Día Internacional de la Mujer. 


En relación a la manifestación, aunque ésta tuvo lugar, no fue ni el 8 de marzo de 1857, ni el 8 de marzo de 1908 como se suele referenciar. Fue el 27 de septiembre de 1909 cuando los/las empleado/as del textil hicieron una huelga de trece semanas hasta el 15 de febrero de 1910, en demanda de mejoras laborales, pero este acontecimiento tampoco es el origen de la celebración del 8 de marzo.

Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

La decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (Sajonia, Alemania – 1857), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas. Zetkin pretendía luchar por la igualdad de los derechos de la mujer y muy especialmente por el reconocimiento del derecho al voto. En el seno del socialismo se estaban superando las tensiones sobre el papel de las mujeres en las reivindicaciones sociales, sindicales y políticas, todo gracias al tesón de infatigables luchadoras como la propia Clara Zetkin, o Rosa Luxemburgo, entre otras muchas, sin olvidar la aportación de algunos destacados socialistas como August Bebel.


Pero la propuesta presentada por Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas -organización que reunía a las mujeres de la Segunda Internacional-, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, para organizar la celebración de un Día Internacional de la Mujer no era del todo original. Tenía un antecedente en el que inspirarse, el Women’s Day que las socialistas estadounidenses llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto para las mujeres. El Partido Socialista Americano designó el último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman’s Day, para reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Y hasta el 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto femenino, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación. De esta forma, la primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora se produjo el 19 de marzo de 1911, y fue seguido en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia.


En vísperas de la Gran Guerra la celebración se fue extendiendo por el mundo. Las mujeres rusas lo celebraron el último día de febrero en el año 1913. En los primeros años, esta efeméride se festejaba en fechas diferentes según los países, pero en 1914, a propuesta de las feministas alemanas, se celebró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. La única autora que se aventura a dar una explicación sobre la elección de esta fecha es Renée Côté, quien sólo apunta como posibilidad el hecho de que el mes de marzo estaba cargado de contenido revolucionario, pero sin dar ningún argumento sólido sobre por qué ese día en particular y no otro. 

También la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en la elección de este día internacional. El protagonismo de las mujeres en los inicios de la Revolución de Febrero cuando se declararon en huelga ante una situación terrible de hambre, de miseria y hartas de una guerra que había provocado millones de muertos fue clave. El 18 de febrero (calendario juliano) / 3 de marzo de 1917 (calendario gregoriano), la mayor fábrica de Petrogrado, la factoría Putilov se cerró, quedando 30 000 trabajadores en situación desesperada. Se anunció una huelga; se disparó a los huelguistas y algunas tiendas cerraron, lo que provocó insurrecciones en otros centros de producción.


El Día se convirtió en fiesta oficial en la Rusia soviética aunque sería laborable, gracias a los esfuerzos de la comisaria Alexandra Kollontai. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora se pasara al celebrar sin más cambios hasta la actualidad el 8 de marzo.

En China se comenzó a celebrar en 1922. En España la primera celebración tuvo lugar en el año 1936. Naciones Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento de esta conmemoración femenina. Dos años después se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. Aunque el Día Internacional de la Mujer es celebrado el 8 de Marzo en todo el mundo no lo era en Estados Unidos. Será en 1994 cuando Beata Poźniak, una actriz inmigrante de Polonia, reivindicará, mediante solicitud al Congreso de Estados Unidos (H.J. Res. 316) el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer Tabajadora en Estados Unido el 8 de Marzo.


Según la investigadora Ana Isabel Álvarez, es muy interesante resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917, que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer: “El Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910”.

Según Álvarez, “la propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con un coral sensible”.

 

Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo”.

Este año el lema del 8 de marzo es: "Empoderando a las Mujeres, empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!" y recrea un mundo en el que cada mujer y cada niña puede escoger sus decisiones, tales como participar en la política, educarse, tener sus propios vivir en sociedades sin violencia ni discriminación. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de mujeres de a pie que ha jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.

Y, como venimos diciendo desde hace tiempo, qué mejor que trasmitir ese mensaje de igualdad, de paz y de amor entre todos los seres humanos. Ayúdanos a hacerle llegar este mensaje a su Santidad el Papa Francisco. Feliz Día de la Mujer Trabajadora a todas. Hoy, ayer y mañana...


¡¡¡QUÉ BAILE EL PAPA!!!

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